El 16 de febrero de 1903 los presidentes de Cuba, Tomás Estrada Palma, y de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, firmaron un acuerdo mediante el cual se cedía la porción de tierra ubicada en la oriental provincia de Guantánamo, “por el tiempo necesario y para los propósitos de estación naval y estación carbonera”.
A pesar de las convenciones internacionales que fundamentan la ilegalidad de la base naval de Estados Unidos en territorio de Cuba, hoy ese enclave militar continúa violando la soberanía de la nación caribeña.